Irene

INSTRUCTORA

Descubrí el pilates por una lesión…una de estas situaciones negativas que acaban trayendo algo súper bonito (benditos obstáculos de la vida). Era un momento difícil de mi vida y para superarlo entrenaba como una loca, acabé con una tendinitis a un hombro por sobrecarga. El fisioterapeuta me recomendó hacer pilates. Pensé «curarse con el movimiento? Me parece genial!» y también era algo muy natural para mi, ya que por instinto, ya sabía que el movimiento lo cuida todo.

De allí se me abrió una puerta inmensa, me enteré de que el pilates me proporcionaba la posibilidad de mover mejor mi cuerpo, que fuera para evitar lesiones o para mejorar mis movimientos en la danza o en la capoeira, de allí empezó a ser mi mejor aliado. Empecé el curso para ser profesora más por interés personal que para una oportunidad de trabajo.

Un sueño: Mi sueño realizado es hacer de mi pasión mi trabajo… y ir a trabajar en chándal jaja!
Por realizar, vivir en una casa frente al mar.

Un recuerdo: cuando decidí dejar mi trabajo de mánager en una multinacional, con salario medio alto y muchas posibilidades de carrera (y mucho estrés) para irme a vivir a Barcelona. El mundo se partió en dos: quien decía que estaba completamente loca y quien pensaba que yo era un ejemplo. Para mi fue una de las mejor decisiones de mi vida.

Un consejo: No parar nunca de descubrir, experimentar, mejorar. Siempre tuve mucha curiosidad, desde que era niña, y esto se convirtió en una forma de vivir, nunca dejaré de descubrir el mundo y de mejorar cada día.